viernes, 7 de febrero de 2014

LA LEY DEL ABORTO DEL PP



Con la aprobación por el Gobierno del anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, el Partido Popular trata de llevar a cabo su promesa electoral de cambiar radicalmente los planteamientos de la Ley Aido-Zapatero que elevaban a la categoría de derecho, el asesinato de un hijo en el vientre de su madre, conculcando el más elemental de los Derechos Humanos e ignorando la doctrina que estableció el  Tribunal Constitucional en sus sentencias de 1985, 1996 y 1997.       
         El Foro de la Familia y las asociaciones provida han calificado el anteproyecto de muy positivo y aunque no es su ideal es un importante paso hacia una legislación comprometida con la vida.
        Este anteproyecto, que ha sido elaborado durante dos años por un amplio grupo de expertos, tendrá que pasar por los órganos consultivos del Estado, para luego ser votado en el Parlamento; pero antes, aunque el ministro de Justicia  ha garantizado que no se va a renunciar  a ninguna de las conquistas en defensa de los derechos que ella recoge, tendrá que soportar tremendas presiones internas y externas. Algunos miembros destacados del propio PP, más preocupados por las encuestas que por la ética, están pidiendo un mayor consenso y el propio Presidente ha prometido mejoras, no sabemos aún en qué sentido.
         Como era de esperar, desde los grupos de la Izquierda y del lobby abortivo se han desatado los exabruptos, amenazas e improperios habituales contra Instituciones y personas que no comparten su misma forma de pensar. En su afán propagandístico, tratan de movilizar a las feministas radicales de todo el mundo en ruidosas manifestaciones y congresos, para intentar presionar a este Gobierno y obligarle a retirar la Ley. Si esto ocurriera, el descrédito del Partido Popular sería difícil de levantar en años, pues frente a la opinión superficial, llena de palabras vacías y slóganes, estamos no ante una cuestión religiosa, sino ética, con importantes aspectos científicos a la que hay que dar respuesta jurídica. Se trata, nada más y nada menos, de garantizar el primer derecho fundamental, el de la vida.
         Mientras tanto, las que si protegen verdaderamente la vida y ayudan a las madres víctimas de un embarazo no deseado, son las iniciativas como el Proyecto Ángel,  donde madres e hijos encuentran acogida, comprensión y cariño; y para las que ya han sufrido el trauma del aborto con el Proyecto Raquel, con un acompañamiento para ayudar a superarlo.
        ¿No sería más lógico y humano que todos los recursos destinados a la industria del aborto fueran dedicados a la protección de madres en dificultades?
                                                                       Miguel Ángel de la Huerga
                                                                       Director del COF CÁDIZ   

No hay comentarios:

Publicar un comentario